Fotografiska cuenta con varios lugares donde se puede probar la comida de su galardonada cocina sostenible y ecológica. El Bistro Bread & Wine, así como el Espresso Bar, se encuentran en la segunda planta, desde donde se puede disfrutar de hermosas vistas de la ciudad. Y ambos pueden ser visitados por cualquier persona que visite el museo.
Como una auténtica experiencia sueca, el Fotografiska también cuenta con un buffet Fika, en el que se pueden degustar deliciosas creaciones del chef pastelero durante los días laborables. El restaurante, donde comenzó su andadura gastronómica, ofrece un menú mayoritariamente vegetariano, pero la carne, el pescado, las aves o el marisco suelen estar disponibles como opción o guarnición. Todo el menú se basa en los ingredientes más sabrosos del reino vegetal y sigue siempre las estaciones.